miércoles

VELADA EN ARCO

Me siento como una Reina.
¡Por fín!
Bien sabe Dios que me he preparado, desde mi infancia, para esta eventualidad.
Ustedes saben, que lo de ser Reina ya no es privativo de las Monarquías; Se puede ser Rey del Mambo, del Twist, de los Pesos Pesados, de las fiestas de un Pueblo e incluso se puede ser O Rei Pelé.
Bueno, pues yo, ahora, soy la Reina del arte, la cultura y los actos sociales. Revestida con el aura que solo un reinado puede proporcionar, encaminé mis pasos hacia Arco.
Ya saben, la Feria del Arte Contemporáneo, que se celebraba en Madrid y que constituía el acontecimiento cultural en estos días.
Allí, hierática y mayestática, me dediqué a observar, con gran detenimiento, el primer cuadro que llamó mi atención.
Tan espectacular era la figura que ofrecía, que sorprendí una conversación que un señor alemán - ya entrado en años y que tenía el aspecto de ser un colega, ya que era el Rey de los Tornillos - mantenía con una Galerista:
- Las Esculturas hiper realistas, son una maravilla. Esta Señora, por ejemplo, no es muy decorativa, pero está fantásticamente realizada; ¿Cuanto cuesta?
Antes que la Galerista contestase, me dirigí al Rey de los Tornillos y le comenté en correctísimo idioma de Goethe:
- Sepa Señor mío, que detrás de esta figura, anida un corazón humano..
- Señora, no es humano, es divino - contestó el abochornado Rey de los Tornillos
- ¡Ah!, entonces le aceptaré un Gin-Tonic....
Y me colgué de su brazo, para vivir una velada regia.
Que bello es ser Reina.