Sin duda estamos en una época crepuscular.
Primero mi proyecto de "Chevalier Servant" me dimitió sin ocupar el cargo. Más tarde, como ustedes saben, mi mejor amiga/enemiga Sara Cravate se ha suicidado y ahora me llama mi Psicóloga Griega desde un Hospital Heleno:
- Tía Irene, estoy internada presa de una depresión voraz.
- ¿Eso que es? - interrogué - ¿Un animal?
- No Tía Irene, mi Augusto Marido se ha enamorado de un jugador del Panatinaikos...
-¿De Fútbol o Baloncesto? - pregunté para ganar algo de tiempo
- De Baloncesto: juegan todos los días y en los lugares más insospechados..
- Y......¿Es correspondido? - me dejé llevar por el cotilleo....
- Tía Irene, mi Augusto Marido es Griego: su amor es Platónico. El jugador ni lo sabe....
- ¡Uy! Eso si que es malo. Todo lo de Platón es muy trascendente. Querida amiga le aconsejo que se olvide de él...
- ¿Qué hago entonces?
- Mire, la Psicóloga es usted. Así que usted sabrá. Pero le advierto que no me pida dinero otra vez. Ya me ha "chuleado" bastante.
Y colgué.
Lo dicho: Una época crepuscular
