Ya conocen mi situación: Veraneo en el Archipiélago Balear, en una soledad provocada por una superstición que ha hecho mella en mi familia, lo cual les obliga a seguir a los deportistas españoles por todo el orbe.
Sostienen que les proporcionan suerte.
En estas condiciones puedo reflexionar, con gran profundidad, sobre como conseguir un Mundo Mejor, que ya saben es mi quehacer cotidiano.
Tan profundos eran mis pensamientos que consideré una señal de Zeus la invitación que me realizaron dos señores, elegantemente vestidos, para realizar una Inmersión como Zeus manda.
Acepté inmediatamente.Deseaba conocer la Fauna marina del Archipiélago.
Mi fertil imaginación me llevó a aquellas películas de mi infancia que trataban de Submarinos.Recordaba los ademanes enérgicos y varoniles de los Almirantes al cerrar el Periscopio, diciendo:
- ¡Inmersión!
Que era correspondido por una sirena afónica que decía:
- ¡Auh! ¡Auh!
Mi sorpresa fue cuando me instalaron en una Aula con 200 personas y me comentaron que era un Curso de Inmersión para aprender el idioma Balear.
Yo tengo una gran facilidad para los Idiomas; Bueno, para algunos.
Concretamente el Balear se me resiste un poco.
La gente no comprende que "el saber ocupa lugar".Este lugar o espacio se mide en Bytes y en mi caso también en Gigas.
Pero mi cerebro lleno y rebosante de sabiduría, intentará hacer un rinconcito al Idioma Balear.
Todo sea por la inmersión
