miércoles

MISTER ESPAÑA

He pasado el Fín de Semana en un tranquilo Pueblo Mediterraneo.
Se llama Marina d'Or.
Llegué y también me fuí de noche. Por ello no pude conocerlo con detalle.
Pero por su nombre puedo imaginarme el típico pueblo de casitas blancas, encaladas, con callecitas estrechas empedradas, como existen en todo en Mediterraneo.
Desde Ibiza a Mykonos.
Eso si, el Hotel era espectacular y moderno. Es decir, en mi opinión: Horrible.
Allí se celebraba la elección de Mister España y yo formaba parte del Jurado.
Son las obligaciones que impone mi creciente popularidad.
Me sentaron en una mesa y delante mío, colocaron un tropel de chicos en paños menores.
Yo soy una mujer de mundo y no me escandalicé.
Solo me extraño comprobar que todos eran iguales; Había oído hablar de quintillizos , pero no de quincellizos.
Pensé, pobrecitos, el que gane le van a enviar a una isla, en plan Superviviente, donde en horas perderá todos esos músculos.
¡Qué harán con los otros?
Mientras meditaba los posibles destinos de los perdedores, me indicaron que debía proceder a eliminar chicos.
Ya que no tenía criterio y todos parecían iguales, recordé las instrucciones que recibí, siendo niña, de una Institutriz Española - oriunda de Viandar de la Vera - para resolver este tipo de situaciones.
Así recité, señalándoles uno a uno: Pito, pito colorito/ Donde vas tu tan bonito/ a la Era Formentera/ Pim, Pam, Fuera...
De tal quisa eliminé, sucesivamente, a Mister Orense- Ourense, Huesca, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Baltimore, Gerona-Girona y los que se me pusieron por delante.
Al final quedaron dos Gemelos: Mister Madrid y Mister Pontevedra.
- ¿Que es Pontevedra? - pregunté a una Asistente.
- Es una Ciudad y una Provincia - me contestó solícita - Allí están también Vigo y La Toja....
- ¿Los Jabones La Toja patrocinan algo?
- Pues la verdad es que lo ignoro - respondió turbada la Asistente.
- Entonces, eliminado.
Así ganó Mister Madrid.
Tomé un helicóptero y regresé a la Capital.
No me esperaba Mister Madrid o algún hermano gemelo. Lo cual me pareció una descortesía.