jueves

AURRESKU

Estoy encantada e ilusionada con mis iniciativas. Mi Fundación "Sinfonías con Mensaje", estoy segura que va a ser un éxito.
Aunque tengo asumido que hay que luchar. Hay que tener fe. Hay que vencer las dificultades. Cuando una idea es buena, altruísta y solidaria, como es poner letra - con mensaje - a las Sinfonías que se lo merezcan, no hay que tener miedo.
Sin ir más lejos, hoy, en el desayuno quería hablar de ello con mi hermana y mi cuñado, pero ella estaba en una reunión y el otro estaba cazando. Otro día será.
Deseo saludarles a todos. El saludo es la Tarjeta de presentación de una persona. Es el inicio de una relación.
En parte alguna del mundo - me lo conozco entero - se saluda como en el Pais Vasco; ese Aurresku, con un hombre saltando y otros tocando el txistu y el tamboril. Me encanta.
Un pueblo que se toma tantas molestias para saludar, no puede ser malo.
El problema de allí, es ese grupo violento que si dejan una tregua o que si no la dejan.
Siempre dejando las cosas a medio hacer; Primero las huelgas de hambre y ahora las treguas.
Que los detengan. A todos. Es muy fácil.
O es que voy a tener que venir, precisamente yo, para observar que todos se peinan igual.
¿No se habían dado cuenta?. Ellas y ellos. Sin capucha, todos iguales.
Desde luego, en el Norte hay un peluquero que - como dicen ustedes - se está "forrando". Es más, seguro que su Peluquería es la Sede Central del grupo ese.
Si voy yo al País Vasco les señalaría uno a uno. Por el peinado, claro. Uno a uno.
Eso si, tendría que ir en coche, ya que si cada uno me saluda con el Aurresku, la cosa se dilataría demasiado tiempo.
Yo me entiendo.