miércoles

TOREROS

El otro día almorcé en uno de esos nuevos restaurantes.
Quería conocer la llamada nueva cocina y formarme una certera opinión en la controversia entre grandes cocineros, sobre la utilización de artificios en sus platos.
Estaba desentrañando las sugerencias del Menú cuando un conocido - que como siempre tenía el "pelo imposible": liso por delante y rizado por detrás - me sorprendió con un saludo y una presentación:
- Tía Irene, ¿Conoce al famoso torero Morenito de Coslada?
Debo advertirles algo: Los Toreros están acostumbrados a utilizar el engaño y la mentira en su oficio.
Por ello, si dicen que se llaman Joselito, tengan por seguro que se llaman Ambrosio. Si dicen que son de Córdoba, seguro que son de Sabadell.
Les odio por eso y por su sangriento oficio.
Así que le miré y comprobé que era de Coslada. Pero de Morenito, nada; Rubio Platino.
Cuando se inclinó para saludarme, le dí dos puñetazos en todos los morros, seguidos por una patada en la entrepierna.
Humillado y sorprendido, intentó levantarse. En ese momento con gesto airoso, le clavé un tenedor en la espalda.
Con las piernas rotas y desangrándose en la alfombra del Restaurante "Nouvelle Cuisine", tomé la servilleta con la mano izquierda y el cuchillo con la derecha.
Morenito de Coslada salió huyendo.
Yo le grité: "Manso, Manso..."
Majestuosamente abandoné el local.
Si me vienen con denuncias, confirmaré que en la nueva cocina se utilizan sustancias psicotrópicas.
Así todo queda arreglado.