Esto se acabó.
He cumplido mi compromiso editorial y ahora voy a tomar unas vacaciones y poder así reflexionar sobre mi futuro.
Pero ustedes - los españoles - no dejan de sorprenderme hasta el último momento aunque este sea tan emocionante - para ustedes y también algo para mí - como puede ser mí despedida.
Ocurre que miembros de la Familia Real Española se operan de estética. Eso ya es sabido: un retoque aquí, un botox allá. Bueno, eso vale....
Lo que no vale es cambiarse el perfil. Es absolútamente peligroso. ¿Qué valor tendrán las monedas, medallas, bustos y monumentos como esto siga así?
Una Institución tan seria no debe apoyarse en los avances de este tipo de ciencia.
Piensen que una operación de cambio de sexo, de esas que nos cuenta Tele5, puede dar al traste con los principios dinásticos.
Realmente, nunca mejor dicho, es insólito.
Pero todo ello, lejos de perturbarme como antes me lo tomo con más tranquilidad. Desde que ha desaparecido el equipo ese que tenía y que no hacían más que amargarme: intrigas, calumnias y paranoias. Todo eso se acabó felizmente.
Ahora estoy bien y relajada. Aunque me sobra la soledad y me falta la risa. Estoy hasta las narices de sonrisas.
Por eso llamé a Tío Paco.
Después de cinco minutos de tensas disculpas mútuas, las carcajadas se podían oir en Valencia.
- ¿Sabe tío Paco que ahora ya veo un Mundo Mejor? - le comenté
- Tía Irene, cuando me habla así parece una astronauta en pleno vuelo.......
- Ja, Ja, Ja.....
La realidad es que es un frívolo........pero me hace reir.
Gracias a todos por leer mí diario. Les llevaré en el corazón.
