miércoles

MAYO EN MADRID

Debo confesarlo: a los madrileños, cuando llega el mes de Mayo, les tengo mucho miedo.
Empiezan celebrando una matanza de franceses y acaban cargándose un montón de toros.
¿Tienen algo que ver?
Yo en principio no veo la relación. Pero no deseo profundizar.
Ahora - ustedes - celebran que hace doscientos años el pueblo de Madrid atacó y masacró a las tropas francesas con tenedores, cuchillos, bolígrafos, tijeras, alfileres, chinchetas, cortauñas y cualquier cosa que hiciera daño.
Y yo pregunto: ¿Este es el mismo pueblo que doscientos años antes era una potencia mundial?
¿Qué hicieron - aparte de la Puerta de Alcalá - durante estos dos siglos?
Estas cosas son las que deben reflexionar.
Yo creo que a ustedes la primavera les altera y por ello, yo me voy a tomar unos días de descanso.
Me voy a cualquier pequeña población de Centroeuropa, en especial Austria.
Allí la gente es civilizada y los Padres de Familia saben cumplir con sus obligaciones con sus hijos y en especial con sus hijas a las cuales si son indisciplinadas las encierran y asunto resuelto.
Sin más problemas. Unas conductas transparentes. Eso es lo que me gusta.
Reflexionen.