jueves

LUGO

No me negarán que la noticia de estos días y muchísimos más se refiere a la localidad de Lugo.
Allí un conocido matrimonio ha decidido "el cese temporal de su vida conyugal".
Sin pensarlo más, tomé un avión a Galicia.
Durante el vuelo, meditaba sobre "los altibajos que sufren las parejas".
Decidí remediarlo.
Organizaría esa misma noche una Cena a base de Grelos y Cachelos - ya saben que soy vegetariana - y arrullados por Música Celta o de algún Cantautor tipo Amancio Prada, lograría la paz.
Y también conciliaríamos el sueño.
Porque los sueños se concílian.
Y las parejas se reconcílian.
En estos positivos pensamientos estaba, cuando en el avión un tal Pelendi o Maquendi - un cantante poco conciliador - montó un espectáculo acerca de una botella de Pacharán.
El mencionado espectáculo subió tanto de tono, que el Piloto decidió volver a Madrid.
Mis buenas intenciones se vieron, otra vez, frustradas.
Pero como le dije al conductor que vino a recogerme, recordando uno de los principios de mi Madre:
"Yo no iba a luchar contra los elementos"
El tal Pelendi o Maquendi, era un "elemento". No pude arreglar el matrimonio.