En Castilla-León - tierra noble, en la cual tenía puesta toda mi confianza - se está perpetrando una matanza de Topos.
Parece ser que unos millones de inocentes topillos, animales cariñosos y estéticos - según las fotos que he visto - decidieron instalarse allí.
Los quieren matar.
Esto no es congruente con la tradicional hospitalidad castellana.
He llamado a Tío Paco:
- Tío Paco, he decidido manifestarme contra la matanza de Topos. Me voy a atar a un árbol en la Plaza Mayor de Valladolid. ¿Me acompaña?
- ¡No joda!
- ¿No que..?
- Que planazo. A 40º a la sombra, pues eso, un planazo.
- Tío Paco, no intente ganar tiempo ¿Si o No?
- Pues mire, no. Tal vez en la próxima reencarnación. En especial si me convierto en topo.
- Tío Paco - le increpé con furia - es usted un insolidario. Siempre lo había sospechado. Además, tiene prejuicios contra los Topos.
- .....oiga, oiga, este teléfono no funciona. Claro como le he quitado la cobertura para que esté más fresquito.....
Y colgó.
¡Que desilusión!. Primero Castilla-León y ahora Tío Paco.
Ha sido un auténtico choque de culturas, que será definitivo.
Hay días desdichados, pero mi deber es reponerme y seguir en la lucha.
Por cierto, ¿Que lucha?
