miércoles

EL AVE

He estado en Sevilla.
Un importante evento cultural, ha guiado mis pasos hacia esa bella ciudad.
La vuelta a Madrid, quería realizarla en el AVE.
Son ya muchos años de funcionamiento y deseaba comprobar si han servido para alcanzar la solera de los Grandes Expresos Europeos.
Como el Orient Express, sin ir más lejos.
Me dirigí a la Estación de Santa Justa en Sevilla.
Allí observé una gran concentración de Prensa, Radio y Televisión.
Lógicamente, acudí a los Servicios para retocar mi pelo y maquillaje para así estar presentable ante las cámaras.
De esta forma, emitiría, digna y mayestáticamente mi opinión tanto sobre el Acto Cultural que había presenciado, como lo que fuera menester.
Mi sorpresa fue cuando ví que todas esas cámaras se dirigían hacia una jovenzuela, absolutamente vulgar, a la que interrogaban con preguntas extrañas:
- ¿Carichuela. es cierto que has roto con Caspirrín?
¿No será un montaje?, dinos algo Carichuela.
¿Que has desayunado?, Venga, Carichuela, dí algo.
¿Te gusta la mortadela?................. Bueno, adios Carichuela.
Carichuela ni mú.
Con esa sorpresa - y cierta decepción - subí al AVE, donde me dieron una revista en cuya portada aparecía.......Carichuela.
Pasé al Servicio del Tren, donde en la super-intimidad del mismo, pregunté al espejo:
- Espejito, espejito, ¿quien hay en este AVE más interesante, ditinguida y elegante que yo?
- Carichuela - me respondió el muy faltón.
Cuando lleguemos a la estación de Atocha será distinto, pensé para mis adentros.
Pero no.
En Atocha: todo igual.
Por ello, quise llamar la atención. Es muy humano y seguro que ustedes me comprenden.
Vamos, que fingí un desmayo.
Me pasaron por encima: Tres de la Prensa, dos buscando el Parking, cuatro ecuatorianos que se habían perdido y cinco españoles, los cuales, a su vez, perdían el Metro o el Tren de Cercanías.
Llegué al hogar.
Me puse en contacto con mi psicóloga para situar mi autoestima en niveles razonables.
En eso estoy ahora.
¡Ah!. El AVE es muy puntual. Pero le falta algo....