jueves

UN VIAJE A CEUTA-MELILLA

Espero que se sientan tan orgullosos de mi, como me siento yo de mi misma, pues como ustedes ya saben he decidido viajar a distintas poblaciones de su país para conocer de primera mano sus ciudades, costumbres y gentes. Incluso las más alejadas.
El secreto de mi éxito - ustedes lo saben - radica en mi intuición.
Nunca me ha fallado.
Detesto las informaciones, Incluso las llamadas "informaciones objetivas". No existen. Siempre son interesadas. Lo que yo intuyo, es lo cierto. Así me ha ido bien en la vida.
Así esta semana he estado en Ceuta-Melilla.
Me sorprende esa costumbre española consistente en denominar a las ciudades con dos nombres: Vitoria-Gasteiz, Lérida-Lleida, Donosti-San Sebastián, Ceuta-Melilla.......
Solo conocía el caso de Baden-Baden
Pero ustedes - los españoles - no dejan de sorprenderme.
Volé a Ceuta-Melilla y al llegar al Aeropuerto recordé uno de los principios que mi Madre me enseñó:
"Donde fueres, haz lo que vieres".
Lo que ví fue que todos los pasajeros corrían como desesperados, salían del edificio y se ponían a fumar.
Yo, que no llevaba cigarrillos, me acerqué a un joven - que no resultó muy caballero - y despues de darle unos Euros, me dió dos cigarros.
Eran los cigarros más feos que he visto: sin filtro y con aspecto artesanal.
En honor a mi Madre me fumé los dos, ya que tenían un sabor dulzón que me gustó e hizo reir.
Ya no recuerdo nada más.
Al día siguiente me llevaron al Aeropuerto y salí hacia Madrid.
Tengo que volver a Ceuta-Melilla.
Me encantó lo que ví desde la ambulancia.